Vamos con el bizcocho. Antes de nada, precalienta el horno (160 °C con ventilador, 180 °C sin él). Mientras aumenta la temperatura, ponte manos a la masa. Engrasa una bandeja de horno rectangular y mezcla la harina y la levadura en un bol aparte.

En otro bol, bate los huevos con el azúcar con una batidora eléctrica hasta obtener una especie de crema espesa. Deja de batir cuando, al retirar la varilla, esta deje un rastro aterciopelado (tras unos 5 minutos aproximadamente). ¡Qué tentación!

Añádele a la mezcla la harina y la levadura pasándolas por un tamiz y ve integrando los ingredientes suavemente. Vierte lentamente la leche mientras sigues mezclando.

Vuelca el resultado en la bandeja que habías engrasado. Shhh... Si no te puedes resistir a probarlo, no diremos nada. Ahora, sí: ¡al horno! El bizcocho estará listo en unos 30 minutos, o cuando lo pinches con un cuchillo y salga limpio. Déjalo atemperar durante 10 minutillos mientras piensas en a quién vas a enamorar con tu deliciosa creación. Después, despega el bizcocho de la bandeja bordeándolo con un cuchillo y hazle algunos agujeritos con un pincho.

El bizcocho ya está. Ahora se viene lo mejor. En una jarra, mezcla Baileys, la nata doble y los dos tipos de leche. Riega el bizcocho usando la mitad del líquido y deja que empape durante 5 minutos. Termina de volcar todo el líquido sobre el bizcocho y espera hasta que lo absorba por completo.

Pasa el bizcocho a un plato (o mantenlo en la bandeja, como prefieras) y deja que termine de enfriarse.

Decora con la nata montada, unas fresas, ¡et voilà! La Tarta Tres Leches está lista para compartirla con tus seres queridos.